Desde que un bebé nace, inmediatamente interactúa y participa con el mundo que le rodea. Durante el crecimiento, estas acciones de interacción son cada vez más repetitivas haciendo que cualquier sonido, gusto, olor y/o imagen estimule los sentidos del niño/a, lo que nos lleva a que esas situaciones sean aprendidas una vez percibidas.
Dentro de las muchas situaciones a las que se enfrenta un niño o una niña durante su crecimiento, están las situaciones emocionales de las personas que componen su entorno, haciendo que las diferentes emociones cobren un papel fundamental dentro del propio desarrollo. Los niños y niñas deben aprender las diferentes emociones que pueden percibir en las situaciones de interacción, como así también poder entender los sentimientos que provocan dichas emociones en su cuerpo.
En este sentido: ¿Cómo podemos ayudar a los niños/as a ponerles nombres a las emociones para que puedan expresar lo que sienten?
“La mejor manera de enseñarles la inteligencia emocional a los niños y niñas es dejándolos vivir emociones”.
A veces a los pequeños/as no les damos la oportunidad de permitirles que estén: enojados, aburridos, irritados, etc; y se intenta que su estado emocional quede un el parámetro de la normalidad, cuando en realidad todas las emociones son buenas, se deben vivir y se deben nombrar.
Sí se permite que los niños/as se emocionen, que se enfaden, que se sientan alegres, en fin que puedan expresarse, van a vivir con más inteligencia emocional, con más naturalidad y no tendrán miedo de sentir o expresarse de un modo u otro. Por tanto hay que permitir que las emociones pasen por los niños/as, porque son las que los acompañarán durante toda la vida y estos deberán ser capaces de aprender a gestionarlas.
1. Permiten la contención de angustias y la posterior liberación de alegrías y conflictos.
2. Muestran que la lucha contra las dificultades de la vida son inevitables.
3. Permiten la comprensión de la diferencia entre los personajes buenos y malos dando ejemplos de valores positivos y negativos.
4. Al hacer hincapié en las angustias y problemas existenciales, ofrecen también solución.
5. Muestran lo gratificante de los vínculos entre personas, lo que da lugar a facilitar la socialización, la seguridad emocional y el fortalecimiento de las relaciones.
6. Se orientan al futuro y llevan al niño a descubrir su identidad.
7. Ayudan a que el niño encuentre sus propias soluciones de sus conflictos internos.
ACTIVIDADES SALA DE 5 SEÑO ÁNGELES:
06/04/2020 Cuento: “Elmer el Elefante”
- Renarrar el cuento a alguien que viva con ustedes y nunca lo haya escuchado, para eso deberán recordar cuál era el orden de las secuencias. Reflexionar ¿Quién era Elmer? ¿Cómo se sentía Elmer? ¿Cómo lo veían sus amigos?
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